jueves, 18 de enero de 2024

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¿Por qué me conviene una alfombra a medida y qué tipos hay?


 

Cuando necesitamos una alfombra solemos visitar la tienda para llevarnos una alfombra ya hecha, de medidas estándar. El problema es que muchas veces no nos damos cuenta de cuánto mejor hubiera sido encargar una buena alfombra a la medida.

¿Qué tiene una alfombra hecha a la medida que no tenga una alfombra ya fabricada? Veamos: si la alfombra que hemos comprado encaja a la perfección en el espacio que tenemos, si el diseño nos gusta y la calidad es la adecuada, nada que decir.

Pero muchas veces no es así.

Porque compramos una alfombra que nos queda un poco corta de un lado y larga de otra. O viceversa. O el color no está mal, pero podría haber sido más atinado. O nos hubiera gustado que tuviera otro remate. O una trama base diferente.

O un estampado o un acabado ligeramente más así o más asá… y nos queda un raca-raca en la cabeza que no se nos quita ni con agua caliente.

Alfombras a medida: como ir al sastre, pero en alfombra

Las alfombras a medida vienen a solucionar ese problema. Porque nos permiten elegir virtualmente cualquier cosa que nos podamos imaginar. ¡Y la mayoría de las veces sin pagar más que por una alfombra ya hecha!

Ya no estaremos limitados por las medidas (y eso es lo principal) pero hay más ventajas. Porque la variedad de elección no está solo en las medidas.

Por ejemplo: en el tipo de alfombra. Con pelo, o sin él. Lisa, o con textura. Fina o gruesa. Con brillos, o mate. Estampada o de color plano…

Respecto a los acabados o remates, más para elegir: nos puede gustar con un discreto ribete de hilo, o por ejemplo con dobladillo. O mejor, con una cinta elegante… ¿de poliéster? No, mejor de antelina, ¿o de algodón? Y ya puestos, ¿en cuál de los 50 colores disponibles?

Tipos de alfombras a medida

Respecto a los materiales se nos abre otro mundo de variedades. Por ejemplo:

·         Alfombras lisas, de pelo corto o largo (poliéster, poliamida) para confeccionar alfombras acogedoras para todo uso, en dormitorios, salones y habitaciones. Con infinidad de texturas, calidades y tonos de color.

·         Alfombras sin pelo, por ejemplo de chenilla o polipropileno, tan cálidas como las de pelo, pero más fáciles de limpiar.

·         Alfombras de sisal sintético o vinilo para lugares de más tránsito (recibidores, pasillos o terrazas) o para cuando queremos una alfombra muy resistente y fácil de limpiar, y perfectas para exterior también.

·         Alfombras a medida para pasillos, ya específicas, con sus anchos fijos y su longitud que se corta a la medida requerida. Son alfombras resistentes, sin pelo o de pelo corto, pensadas para el paso continuado.

·         Alfombras naturales como el sisal o la lana, que aportan una calidez imbatible para otros tipos de alfombras.

¿Te abruma tanta variedad? La libertad de elección es la principal ventaja de las alfombras a medida, pero puede resultar intimidante.

Pero no te preocupes: para eso están las tiendas. Pregunta al profesional, que sabrá aconsejarte y guiarte entre un mar de opciones para que encuentres tu alfombra a medida perfecta.